"Todos los jesuitas acompañamos con la oración a este hermano nuestro y le agradecemos su generosidad para aceptar la responsabilidad de guiar la Iglesia en un momento crucial. El nombre de “Francisco” con que desde ahora le conocemos, nos evoca su espíritu evangélico de cercanía a los pobres, su identificación con el pueblo sencillo y su compromiso con la renovación de la Iglesia. Desde el primer momento en que se ha presentado ante pueblo de Dios ha dado testimonio de modo visible de su sencillez, su humildad, su experiencia pastoral y su profundidad espiritual." P. Adolfo Nicolás S.J. Superior General |